En este artículo
- 1 ¿Por qué amarillean las hojas de mis plantas? Razones principales y soluciones
- 1.1 ¿Por qué se ponen amarillas mis plantas?
- 1.2 Las 8 razones principales por las que las hojas de tus plantas de interior se vuelven amarillas
- 1.2.1 1\. Riego excesivo o insuficiente
- 1.2.1.1 ¿Cómo solucionarlo?
- 1.2.2 2\. Drenaje deficiente
- 1.2.2.1 ¿Cómo solucionarlo?
- 1.2.3 3\. Demasiado sol o muy poca luz
- 1.2.3.1 ¿Cómo solucionarlo?
- 1.2.4 4\. Deficiencias de nutrientes
- 1.2.4.1 ¿Cómo solucionarlo?
- 1.2.5 5\. Estrés por temperatura
- 1.2.5.1 ¿Cómo solucionarlo?
- 1.2.6 6\. Plagas
- 1.2.6.1 ¿Cómo solucionarlo?
- 1.2.7 7\. Envejecimiento natural
- 1.2.7.1 ¿Cómo solucionarlo?
- 1.2.8 8\. Inactividad invernal
- 1.2.8.1 ¿Cómo solucionarlo?
¿Por qué amarillean las hojas de mis plantas? Razones principales y soluciones
¿A tu amiga verde le están saliendo hojas amarillas de repente? Eso podría ser una señal de que algo va mal en tu querida planta. ¡Pero no te preocupes demasiado! Una hoja que cambia de color puede ocurrir por varias razones, y no siempre es grave. En muchos casos, puedes ayudar a la planta a deshacerse de la hoja amarilla. Para ello, por supuesto, primero tienes que saber qué le pasa a tu amiga planta. Estaremos encantados de ayudarte a hacer el diagnóstico correcto.
¿Por qué se ponen amarillas mis plantas?
Es la clorofila la que da a las hojas de tu planta de interior su precioso color verde. Sin embargo, la clorofila también es responsable de la fotosíntesis, que es el proceso más esencial de las plantas. Cuando la planta está sana y el proceso de fotosíntesis funciona sin problemas, las hojas permanecen verdes. La clorofila no puede hacer su trabajo correctamente cuando algo va mal (como luz inadecuada, agua insuficiente o falta de nutrientes esenciales). Como resultado, la fotosíntesis se ralentiza y las hojas se vuelven amarillas.
Si notas que las hojas de tu planta de interior se vuelven amarillas, es que la planta te está diciendo que algo tiene que cambiar en su entorno o en su rutina de cuidados.
Las 8 razones principales por las que las hojas de tus plantas de interior se vuelven amarillas
1. Riego excesivo o insuficiente
Demasiada agua o muy poca es una de las principales razones de que las hojas amarilleen. En un suelo demasiado húmedo, las raíces no pueden respirar correctamente. Se asfixian, se cierran y, por tanto, ya no pueden transportar el agua y los nutrientes que necesitan las plantas.
La escasez de agua o incluso la sequía tienen un efecto similar. Con muy poca agua, las plantas no pueden absorber los nutrientes esenciales que necesitan, lo que da lugar a hojas amarillas.
¿Cómo solucionarlo?
Examina cuánto y con qué frecuencia riegas las plantas. Si la tierra está demasiado empapada, puede que estés regando en exceso. Si está muy seca, quizá no riegues lo suficiente. Recuerda que las necesidades de riego de las plantas pueden variar mucho según el tipo de planta, su tamaño, la maceta en la que está y el entorno en el que se encuentra.
2. Drenaje deficiente
Cuando el entorno de la maceta de una planta tiene un drenaje deficiente, el exceso de agua no puede salir de la tierra. En su lugar, se acumula y satura la tierra, dejándola constantemente húmeda. Como resultado, se daña el sistema radicular, se dificulta el transporte de agua y nutrientes, y las hojas no pueden obtener lo esencial para la vida, lo que interrumpe la fotosíntesis. Por tanto, las hojas empiezan a descomponer la clorofila, y lo que queda es una hoja amarilla.
¿Cómo solucionarlo?
Utiliza macetas con agujeros de drenaje, asegúrate de que la tierra es aireada y drena bien, no húmeda y dura, y asegúrate de que tu rutina de riego es la adecuada. Si utilizas salsas, no olvides vaciarlas regularmente. Si tu maceta no tiene agujeros de drenaje, considera la posibilidad de trasplantarla a una que sí los tenga.
3. Demasiado sol o muy poca luz
Si una planta no recibe suficiente luz, sus hojas pueden volverse amarillas. Esto ocurre sobre todo si las colocas lejos de una ventana, como en el pasillo, en un cuarto de baño sin ventanas o en un rincón oscuro. Por otra parte, un exceso de luz solar directa puede hacer que una planta se queme con el sol, lo que también puede dar lugar a hojas amarillas.
¿Cómo solucionarlo?
Antes de empezar a diagnosticarlo, busca los requisitos específicos de luz de tu planta de interior. Luego hay que fijarse en el lugar donde se encuentra. ¿Le da el sol directamente cuando prefiere la luz indirecta? ¿O está en un lugar sombrío cuando necesita mucha luz? Ajusta la ubicación de tu planta en función de sus necesidades específicas de luz. Para determinadas especies, las luces de cultivo también pueden ser una opción.
4. Deficiencias de nutrientes
Los problemas habituales de nutrición son la infra o sobrefertilización. Por eso es importante prestar mucha atención a la cantidad de abono que puedes utilizar. A menudo, los aficionados a las plantas tienden a dar un poco más para que su planta crezca bien. Desgraciadamente, de este modo creas un entorno tóxico que "quema" las raíces de tu planta. Como consecuencia de ambas causas, se interrumpe el transporte de nutrientes y las hojas acaban amarilleando.
¿Cómo solucionarlo?
Tomémonos un momento e intentemos recordar cuándo fue la última vez que abonaste tu planta de interior. Ahora, consulta la guía de cuidados de tu planta y mira lo que sugiere sobre la frecuencia con que debes abonarla. ¿Lo haces más o menos a menudo de lo recomendado? En función de lo que encuentres, puede que tengas que ajustar cómo estás alimentando a tu planta.
5. Estrés por temperatura
La temperatura también contribuye al color de las hojas. Cuando hace demasiado calor o demasiado frío, las hojas pueden cambiar de color. Las plantas tropicales no están acostumbradas al frío y tampoco soportan bien las bajas temperaturas ni las corrientes de aire. Esto, a su vez, hará que las hojas se vuelvan amarillas. ¿Tu planta está expuesta a temperaturas cálidas o frías durante mucho tiempo? Entonces las hojas acabarán volviéndose marrones.
¿Cómo solucionarlo?
Averigua cuáles son los requisitos específicos de temperatura de tu planta de interior. Normalmente, tienen su rango óptimo y el mínimo que pueden soportar. A la mayoría de las plantas no les gustan las corrientes de aire frío ni demasiado calor, así que mantén tu preciosa planta de interior alejada de ventanas/puertas abiertas y rejillas de calefacción.
6. Plagas
Plagas comunes como la araña roja, los pulgones, los trips o las cochinillas pueden causar hojas amarillas. Los insectos chupadores de savia hacen agujeros en las hojas, que amarillean o se deforman. La mayoría de las plagas dejan señales claras en las hojas, por lo que es fácil reconocer una infestación.
¿Cómo solucionarlo?
Así que revisa regularmente tus plantas de interior en busca de plagas, y no olvides el envés de las hojas, los tallos y la tierra de las macetas. ¿Has detectado una plaga? ¡Pon la planta en cuarentena y lee todo sobre la plaga en nuestra página PLNTSdoctor!
7. Envejecimiento natural
Por suerte, una hoja amarilla no siempre significa que ocurra algo grave. Al igual que nosotros, las plantas también envejecen. A medida que maduran, es completamente normal que las hojas más viejas y menos eficientes se vuelvan amarillas y se caigan. Es una forma que tiene la planta de redirigir sus recursos y energía hacia un crecimiento nuevo y más eficaz. ¿De vez en cuando se pone amarilla alguna hoja de la parte inferior de tu planta? Entonces es probable que tu planta sólo quiera deshacerse de sus hojas viejas para volver a producir hojas nuevas y hermosas.
¿Cómo solucionarlo?
Por desgracia, ¡el envejecimiento es algo que no podemos detener! Lo mejor que puedes hacer si tu planta tiene hojas amarillas es cortarlas para que pueda centrar toda su atención en el crecimiento de hojas nuevas y verdes.
8. Inactividad invernal
Muchas plantas de interior entran en letargo durante los meses de invierno. Es una respuesta natural a los días más cortos y oscuros o a las temperaturas más frías. Es un periodo de descanso que permite a las plantas sobrevivir a unas condiciones de crecimiento poco ideales y almacenar energía para la siguiente temporada de crecimiento.
Aunque es una parte natural del ciclo vital de una planta, la latencia puede hacer que sus hojas se vuelvan amarillas. No te preocupes, probablemente no sea nada grave. A medida que tu planta ralentiza su crecimiento, es posible que suelte las hojas más viejas, haciendo que se vuelvan amarillas y se caigan. Durante el reposo vegetativo, tu planta de interior simplemente no necesita todas sus hojas.
¿Cómo solucionarlo?
Si observas que tus plantas de interior desarrollan hojas amarillas durante el invierno, no te asustes de inmediato. En primer lugar, comprueba si la planta es de una especie que suele entrar en letargo en invierno. Si es así, y si por lo demás la planta parece sana, puede que sólo esté en su periodo de reposo. Seguramente verás muchas hojas nuevas en tu dulce planta de interior en primavera.