Bulbos, cormos y tubérculos

No podríamos hablar de propagación sin hablar de bulbos, cormos y tubérculos. Puede que hayas oído estos términos muchas veces sin saber realmente cuál es la diferencia entre ellos ni cómo cultivarlos. Por eso, ¡este artículo está hecho para ti!

¿Qué son los bulbos, los cormos y los tubérculos?

Los bulbos, los cormos y los tubérculos son bastante parecidos, por lo que es difícil diferenciarlos. Todos pueden crecer hasta convertirse en plantas, pero siguen teniendo algunas diferencias. No es realmente necesario saber reconocerlos para cultivarlos, pero aun así queremos darte una definición rápida.

Los bulbos, cormos y tubérculos son tipos de órganos subterráneos de almacenamiento que se encuentran en ciertas plantas. Sirven como reservas de nutrientes y ayudan a la propagación y supervivencia de la planta. Los bulbos son tallos modificados rodeados de hojas carnosas, como los Caladium, pero también las cebollas y los tulipanes. Los cormos, como los de Alocasia, son tallos subterráneos engrosados, a menudo producidos por la planta madre. Los tubérculos son tallos subterráneos engrosados que almacenan nutrientes, como los de las Oxalis, pero también las patatas y las dalias. Estas estructuras permiten a las plantas sobrevivir a condiciones adversas y volver a brotar cuando las condiciones se vuelven favorables.

¿Cómo cultivar una planta a partir de bulbos, cormos y tubérculos?

Hemos decidido separar los tubérculos de los bulbos y los cormos porque los métodos son ligeramente distintos.

Cultivo a partir de un bulbo o un cormo

El cultivo de bulbos y cormos, como Caladiums y Alocasia respectivamente, sigue principios similares pero con algunas diferencias en la técnica. Para cultivar bulbos de Caladium, selecciona bulbos sanos y plántalos en tierra que drene bien, asegurándote de que estén colocados con el lado redondeado hacia abajo y el puntiagudo hacia arriba. Colócalos en un lugar con luz solar indirecta y mantén la tierra constantemente húmeda, pero no encharcada. Los caladiums prosperan con temperaturas cálidas y humedad elevada.

Por otra parte, para cultivar cormos de Alocasia, elige cormos firmes y sanos y plántalos boca arriba (para un cormo, la parte inferior es el lado plano y la superior es el lado puntiagudo) en una mezcla para macetas que drene bien, y entierra sólo la mitad del cormo. Proporciónales luz brillante e indirecta y mantén la tierra uniformemente húmeda, dejando que se seque ligeramente entre riegos. Las alocasias también prefieren las temperaturas cálidas y una humedad elevada.

Con ambos tipos de órganos de almacenamiento subterráneos, una vigilancia regular, un riego adecuado y unas condiciones ambientales apropiadas garantizarán un crecimiento satisfactorio y un follaje vibrante. No olvides utilizar una cúpula para aumentar la humedad, si es necesario. Ahora empieza el juego de la espera.

Cultivo a partir de un tubérculo

Para cultivar tubérculos como Oxalis, empieza por elegir los que estén sanos y sin daños. Plántalos a unos centímetros de profundidad en tierra que drene bien, asegurándote de que el lado puntiagudo quede hacia arriba. Coloca la maceta donde reciba luz solar indirecta, ya que el Oxalis la prefiere. Mantén la tierra húmeda pero no demasiado, dejando que se seque el centímetro superior entre riego y riego. A Oxalis le gustan las temperaturas en torno a 18°C a 24°C. Con un riego regular y suficiente luz, tus tubérculos de Oxalis crecerán bien, dándote bonitas hojas y flores de las que disfrutar.

Después, la paciencia es la clave: ¡pueden pasar varias semanas antes de que veas algo!

Y ya está. Ya puedes cultivar tus propias plantas a partir de bulbos, cormos y tubérculos. Para más información sobre los distintos métodos de propagación, consulta nuestra página PLNTS Doctor.