En este artículo
- 1 Cómo podar tus plantas de interior
- 1.1 ¿Qué plantas de interior necesitan poda?
- 1.2 ¿Cuándo podar las plantas de interior?
- 1.3 Equipo de poda que necesitarás
- 1.3.1 Gestión del tamaño y poda de rejuvenecimiento
- 1.3.2 Poda de hojas y tallos muertos o amarillentos
- 1.3.3 Deadheading (poda de flores muertas)
- 1.4 6 consejos de experto para podar plantas de interior
- 1.5 Errores comunes de poda que debes evitar
Cómo podar tus plantas de interior
Tus plantas de interior necesitan algo más que un cuidado regular: también hay que podarlas de vez en cuando. Al principio, podarlas puede asustarnos porque queremos a nuestras plantas y no queremos hacerles daño. Pero lo cierto es que la poda adecuada las ayuda a crecer mejor y evita que crezcan demasiado. Al principio, puede que dudes en podar, pero pronto no podrás apartar las tijeras de tu planta. Sin embargo, es importante saber a qué plantas de interior les gusta la poda, cuándo podarlas y cómo hacerlo. Así te asegurarás de que tu verde amiga no sufra estrés tras la poda.
¿Qué plantas de interior necesitan poda?
Las distintas plantas de interior necesitan poda por varias razones. Las plantas de follaje, como los pothos, los filodendros y las plantas del caucho, necesitan poda para mantener la forma y eliminar los tallos legañosos. Las plantas con flores, como las violetas africanas y los lirios de la paz, se benefician de la eliminación de flores para que florezcan más rápidamente. Las trepadoras y enredaderas, como la Monstera y el Pothos, pueden podarse para controlar su expansión o rejuvenecer su crecimiento.
Eliminar las hojas y tallos amarillentos, marrones o muertos es necesario para la mayoría de las plantas de interior. Las plantas emplean su energía en todas sus hojas, incluso las moribundas. Si las podas, las hojas sanas reciben toda la energía que necesitan y merecen, en lugar de desperdiciarla en hojas que, de todos modos, ya no se pueden salvar.
¡Consejo de experto! Recuerda que no todas las plantas de interior necesitan poda. Asegúrate de podar por una razón, e investiga el patrón de crecimiento y las necesidades de poda de tu planta de interior concreta antes de podarla.
¿Cuándo podar las plantas de interior?
Normalmente, el mejor momento para podar una planta de interior es al principio de su temporada de crecimiento, en primavera o a principios de verano. De este modo, tiene una temporada de crecimiento por delante y está llena de energía para recuperarse de la poda y volver a crecer aún más tupida y hermosa. Sin embargo, esto puede variar según el tipo de planta y el motivo de la poda.
- La primavera y el principio del verano son ideales para controlar el tamaño o dar a la planta un impulso rejuvenecedor. En esta época, las plantas se recuperan rápidamente y se adaptan bien a nuevas formas y tamaños. Si tienes una planta de interior con flores, pódala después de que haya florecido. Así evitarás cortar accidentalmente futuros botones florales, sobre todo porque la planta ha dedicado su energía a producir esas flores.
- Las plantas larguiruchas y estiradas se benefician de la poda en primavera o a principios de verano. Cuando empiece su mejor periodo de crecimiento, emplearán su energía en crecer gruesas y llenas. En realidad, puedes podar las partes con patas en cualquier época del año, pero tardarán más en recuperarse y crecer más tupidas.
- En cuanto a las hojas y tallos amarillos o muertos, no dudes en cortarlos cuando los veas. Recuerda que pueden ser indicios de estrés o enfermedad de la planta, así que trata de entender las causas. Eliminarlas permite a la planta canalizar la energía hacia las partes verdes y sanas.
- Para las flores muertas, simplemente córtalas cuando las veas. Este proceso, conocido como "deadheading", anima a algunas plantas a producir más flores y evita que otras malgasten energía en la producción de semillas.
En resumen, para podas grandes, es mejor hacerlo en primavera o a principios de verano. Pero si sólo quieres arreglar unas cuantas hojas dañadas, puedes hacerlo en cualquier momento.
Equipo de poda que necesitarás
El éxito de la poda empieza con las herramientas adecuadas. Asegúrate de utilizar un cuchillo afilado o unas tijeras de podar. Las tijeras de podar Edward son ideales para cortar ramitas, hojas secas o flores. A menudo, las tijeras de podar normales son demasiado grandes para las plantas de interior más pequeñas, por lo que existe la posibilidad de que cortes accidentalmente demasiado o lo incorrecto, ¡lo cual es, por supuesto, una pena! Edward es afiladísima, superpequeña, de unos 11 cm y, por tanto, ¡fácil de usar! Si tienes tallos más grandes o de madera, necesitarás unas tijeras de podar más grandes para hacer buenos cortes.
Aquí tienes 3 consejos de experto para elegir y utilizar las tijeras de podar:
- Elige las tijeras de podar adecuadas para tu poda. Para flores y hojas pequeñas y muertas, utiliza tijeras de podar pequeñas. Son más fáciles de manejar. Las podadoras grandes pueden ser difíciles de usar en partes pequeñas y podrían causar daños. Para los tallos gruesos y leñosos, utiliza podadoras más grandes para conseguir un corte limpio.
- Utiliza sólo tijeras de podar afiladas. Si tus tijeras no están lo bastante afiladas, pueden dañar demasiado los tallos. La mejor forma de podar tus plantas de interior es asegurarte de hacer un corte ajustado y no aplastar los tallos.
- Limpia siempre tus herramientas antes de empezar a podar. Recuerda que también es importante limpiar las herramientas cuando pases de una planta a otra. Esto es crucial para evitar la propagación de posibles enfermedades entre las plantas.
¿Cómo deben podarse las plantas de interior?
Ya tienes las herramientas y estás listo para podar tus plantas de interior, pero ¿cómo debes hacerlo exactamente? El primer paso es sencillo: la observación. Tómate un momento y observa tu planta. Si ha crecido demasiado o se estira demasiado, pregúntate: "¿Cuál es el tamaño perfecto para ella?". Al mirar, puede que observes zonas en las que la planta ha crecido larga y delgada. Vigila también las hojas o tallos que parezcan descoloridos, dañados o simplemente muertos. Identificar estas zonas es la clave para saber dónde hacer los cortes.
Gestión del tamaño y poda de rejuvenecimiento
Si tus plantas de interior crecen demasiado o pierden su forma natural con el tiempo, este método de poda puede ayudarte. Normalmente, esto puede potenciar el crecimiento de la mayoría de las plantas de interior, incluidos Ficus, Dracaenas, Scheffleras, etc.
- Empieza a podar los tallos viejos, demasiado débiles, con hojas dañadas o que tengan demasiadas patas. Después, pasa a los tallos que estén cruzados entre sí.
- Una vez te hayas ocupado de estos problemas, céntrate en dar forma al tamaño total de la planta. Si es necesario, recorta las ramas sanas hasta alcanzar la longitud deseada. Recuerda que no se debe cortar menos de 1/3 de una vez.
- Haz el corte justo por debajo de los nudos del tallo de la planta, ya que animará a la planta a ramificarse y adquirir más volumen.
- Haz los cortes en un ángulo de 45 grados, lo que ayuda a la planta a cicatrizar más rápidamente.
- Riega ligeramente la planta y mantenla en un lugar bien iluminado, pero evita la luz solar directa inmediatamente después de la poda.
Poda del crecimiento espigado
Hay que podar la planta cuando es demasiado larga y delgada o los espacios entre las hojas son demasiado anchos. Podarla ayuda a la planta a desarrollar nuevos tallos sanos con hojas bonitas.
- Busca tallos demasiado largos, con pocas hojas o con espacios entre las hojas demasiado anchos. Intenta recortarlos para que crezcan sanos.
- Utiliza las tijeras de podar para cortarlos por debajo de la parte marrón o muerta, en un ángulo de 45 grados por encima de un nudo de aspecto más sano. De estos nudos crecerán nuevos tallos.
Una planta legañosa es el resultado de malas condiciones de iluminación, así que rótala con más frecuencia o proporciónale más luz para evitar que crezca legañosa en el futuro.
Poda de hojas y tallos muertos o amarillentos
Las hojas y tallos amarillentos o dañados son algo bastante común en las plantas de interior. Nunca reverdecerán ni recuperarán su belleza, así que es una buena práctica cortarlas lo antes posible.
- Corta las secciones dañadas con unas tijeras en un ángulo de 45 grados, justo por encima del nudo sano, siempre recortando hasta el tejido verde y sano.
- Si gran parte de las hojas parecen muertas, puedes cortar toda la rama. Al hacerlo, asegúrate de que el tallo principal permanece intacto.
Como esto suele deberse al estrés de la planta, busca las posibles causas. Una causa frecuente de hojas amarillas o muertas es el riego irregular, así que asegúrate de regar la planta adecuadamente.
Deadheading (poda de flores muertas)
La poda de flores muertas sólo se aplica a las plantas de interior con flor. Después de que la flor haya florecido, cortarla ayuda a concentrar la energía de tu planta de interior en el nuevo crecimiento y las flores, no en la producción de semillas.
- Utiliza unas tijeras afiladas y limpias para cortar suavemente las flores marchitas, asegurándote de no dañar los capullos ni las hojas cercanas. Recórtalas con todo el tallo de la flor.
- Algunas plantas pueden volver a florecer tras la eliminación de flores marchitas, así que sigue vigilando y retirando las flores muertas según sea necesario.
Puede que notes cierta conmoción o estrés después de podar tu planta de interior. No te preocupes. Podar la planta y eliminar las ramas, hojas y flores muertas estimulará su crecimiento. Tu dulce planta de interior te lo agradecerá más tarde y crecerá aún más hermosa.
¡Consejo de experto! Tras la poda, a menudo acabarás con varios esquejes. Pueden ser perfectos para crear nuevas plantas. Si observas algún tallo sano en la mezcla, piensa en utilizarlo. Es una buena oportunidad para aprender a cultivar plantas a partir de estos esquejes.
6 consejos de experto para podar plantas de interior
Podar una planta de interior no es difícil, pero hay algunos consejos que nos gustaría darte para asegurarnos de que podas la planta de la forma correcta.
- Busca siempre el patrón de crecimiento específico de tu planta de interior y cómo es mejor podarla. Las distintas plantas tienen requisitos de poda únicos basados en sus hábitos y ciclos de crecimiento.
- Invierte en un buen par de tijeras de podar afiladas o diseñadas para plantas. Las hojas afiladas garantizan cortes limpios, que tienen menos probabilidades de provocar enfermedades o daños.
- Al podar, es importante que trabajes con orden y limpieza. Asegúrate de que tus tijeras de podar están esterilizadas limpiándolas con alcohol de entre el 70% y el 100%. Puedes hacerlo frotándola con un paño, pulverizándola o sumergiéndola. Asegúrate también de que las tijeras están limpias cuando cambies de planta.
- Cuando seas nuevo en la poda, es mejor empezar poco a poco. Siempre puedes cortar más después, pero no puedes deshacer un corte ya hecho. Empieza eliminando las hojas muertas o amarillentas, y a medida que ganes confianza, podrás pasar a cortes más importantes para dar forma o controlar el tamaño.
- Tras la poda, a menudo acabarás con varios esquejes. Éstos pueden ser perfectos para crear nuevas plantas. Si observas algún tallo sano en la mezcla, piensa en utilizarlo. Es una oportunidad excelente para aprender a cultivar plantas a partir de estos esquejes.
- Después de podar tu planta de interior, vigílala. La planta puede necesitar más o menos agua de lo habitual, dependiendo de la extensión de la poda. Observa también cómo responde la planta a tus cortes: esto te dará información valiosa para futuras sesiones de poda.
Errores comunes de poda que debes evitar
La poda es un arte que, cuando se hace correctamente, puede revitalizar tus plantas y promover un crecimiento sano. Sin embargo, pueden producirse errores, tanto si eres principiante como si llevas años cuidando las plantas. Profundicemos en algunos errores comunes y sus soluciones.
- Uno de los errores más frecuentes es eliminar demasiado de la planta de una vez. Podar demasiado puede estresar a la planta y dificultar su crecimiento. Las plantas no deben podarse más de un ⅓ cada vez para evitar demasiado estrés.
- Tienes miedo de podarla, así que no podas lo suficiente. Una poda insuficiente puede provocar plantas con patas y poco atractivas que luchan por sostener su crecimiento. Podar tu planta de interior no es nada que deba asustarte. Volverá a crecer pronto, más sana y hermosa que nunca.
- Utilizas tijeras o podaderas desafiladas. Las hojas desafiladas pueden causar cortes desiguales, dañando el tejido de la planta y dejándola vulnerable a las enfermedades.
- Podar en el momento equivocado, sobre todo durante el periodo de letargo de una planta, puede entorpecer su crecimiento o su potencial de floración. Mira a continuación cuándo es el momento adecuado de podar tus plantas de interior para asegurarte de que se recuperan lo mejor posible.
- Olvidarse de quitar las flores gastadas puede impedir que una planta produzca nuevas floraciones. También puede llevar a la planta a concentrar su energía en la producción de semillas en lugar de en el crecimiento.
Podar tus plantas de interior correctamente es esencial para su salud y belleza, así que presta atención a sus necesidades y evita los errores más comunes.